Si ya creías que lo habías visto todo, conoce el hormigón impreso para garajes, una alternativa completamente accesible y útil para zonas industriales y residenciales. Se debe recordar, no existen muchos materiales que puedan cubrir con las cualidades de soportar las grandes cantidades de presión, tracción o movimientos.
Por tanto, se convierte en una de las primeras opciones a favor gracias a la gran cantidad de propiedades que comprende el compuesto. Principalmente, estos espacios se encuentran a la intemperie, por tanto, se debe hacer un amplio estudio de todos los factores para la instalación, algo que se hablará más adelante.
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¿Qué clases de suelos para garajes son ideales?
Primero, se debe entrar en parte de la terminología básica. El hormigón, también denominado pavimento estampado, es un conjunto de procesos que han evolucionado a tal punto que son capaces de adaptar una gran variedad de acabados. Sin embargo, comprendiendo de una calidad superior en lo que compete a la composición del mismo.
Por tanto, dentro de esta categoría se toma en cuenta diversos factores, como, por ejemplo, la ubicación de estos espacios, que se toman en consideración de los factores que puede afectarle. Para ello, existen distintas opciones, que permiten adaptarse mejor a cualquiera de las necesidades del cliente, Sin más que agregar, he aquí algunos de ellos.
Hormigón fratasado
Es un hormigón impreso para garajes de mejor calidad que puedes encontrar dentro del mercado constructor. Su nombre se debe al acabado proporcionado por el uso de fratasadoras mecánicas en su superficie. Este es rugoso, macizo y antideslizante, pero conservando siempre su uniformidad y planicie.
Asimismo, es aplicado generalmente en zonas industriales, pues, disminuye considerablemente la cantidad de accidentes y es ideal para espacios extensos y abiertos. Del mismo modo la tracción de vehículos automotores se ve mejorada y absorbe la humedad de toda la humedad, pero aun conservando la economía original del producto.
Hormigón pulido
Es una de los tipos de hormigón impreso para garajes más utilizados a nivel urbano, pues, destaca por ser de bajo presupuesto y su sencilla instalación. En comparación con el anterior, su mantenimiento es en creces mucho menor. Su acabado es simple y convencional, haciéndole único en lo que el sistema respecta.
Además, soporta enormes cantidades de peso, su resistencia a la tracción es envidiable y puede soportar grandes cantidades de vibraciones y exposición a la acción erosiva del agua. Sin embargo, no puede absorber la humedad que cae sobre ella, lo que aumenta las posibilidades y el indicio de pozos de agua u otras sustancias.
Ventajas de recubrir el suelo del garaje con hormigón
Principalmente, como todo trabajo en concreto, es sumamente económico. Todo valor de instalación y mantenimiento se ve reducido gracias a las propiedades de este material. Del mismo modo, la superficie de los acabados finales, al no comprenden de ranuras o grietas, evitan la aglomeración de sedimentos, manteniendo la superficie limpia.
Su propia fisonomía impide la formación de charcos, manteniendo la buena higiene y control de calidad del lugar. En adición a todo ello el riesgo y problemática de lidiar con derrames de productos de los vehículos automotores se ve reducido de forma considerable.
En concordancia con todo lo mencionado, son completamente antideslizantes, por lo que la seguridad al transitar sobre ellos es mucho mayor. El esteticismo nunca queda de lado, manteniendo un aspecto inquebrantable, que incluso ni siquiera las plantas pueden llegar a superar. A pesar de todo lo mencionado, no se debe olvidar la fuerza de agarre, que lo vuelve ideal para el alto tráfico.
¿No es muy alto el precio de instalación del hormigón pulido para garajes? ¡Para nada!
Todos saben que dependiendo del material a trabajar la gama de precios tiende a desnivelarse, asimismo, las cantidades de espacio a cubrir en los garajes es bastante amplia. No obstante, a pesar de ello, el valor de todo el proceso suele oscilar, siendo los más especializados en el trabajo una tasa presupuestaria de los 35 a 70 euros por metro cuadrado.